¡Mendoza se adapta a todas los programas! Elegimos Mendoza para una escapada de 4 días en los que recorrimos la ciudad, nos aventuramos al trekking en la zona de Cacheuta, y vivimos la experiencia de hacer nuestro propio vino en una bodega de Valle de Uco.
¿Qué hacer a 1 hora de la Ciudad de Mendoza? (y un poquito más también)
Día 1 – Bienvenidas a Mendoza
Llegadas al Aeropuerto El Plumerillo, retiramos allí mismo un auto de alquiler en Europcar y antes de llegar al hotel, ubicado a 300 metros de la Plaza Independencia, hicimos una pasada rápida por la llamada Área Fundacional, con el motivo de conocer el origen de la ciudad.
El Área Fundacional se recorre muy rápidamente. Aquí fue donde se fundó originalmente la ciudad de Mendoza el 2 de Marzo de 1561 y 300 años después fue destruida por el terremoto de 1861. Posterior a este hecho, el actual centro fue trasladado alrededor de la Plaza Independencia.
¿Qué se destaca en el Área Fundacional?
Principalmente la Plaza Pedro del Castillo, llamada así en honor a su fundador, y dentro del mismo predio donde funcionaba el viejo Cabildo, se encuentra el Museo del Área Fundacional. Cruzando hacia Ituzaingo y Beltrán, se ven claramente las Ruinas de San Francisco, templo que originalmente fue construido por los jesuitas, luego pasó a manos de la orden franciscana quienes lo refaccionaron aportando una gran belleza arquitectónica y que desapareció con el terremoto de 1861.
Desde aquí, fuimos a la Municipalidad de Mendoza donde funciona la Secretaria de Turismo. Fui invitada a visitar su terraza desde donde se ve la Ciudad de Mendoza en 360°.
Vista Panorámica de la Ciudad de Mendoza desde el Terraza Jardín Mirador
En el séptimo piso del edificio se abre una terraza 360°. Si bien no se encuentra abierta al público, la municipalidad organiza eventos que permiten disfrutarla. ¡Chequeá su agenda de actividades!
Para el mediodía nos sorprendimos con el estilo de Casa de Café Modesto, una casona antigua en la que si tu grupo son 5 o 6 integrantes pueden ocupar una habitación privada ambientada como un comedor. Muy buena calidad y varias opciones gastronómicas para cada momento del día.
Las Plazas de la ciudad de Mendoza
La plaza principal y las más grande es la Plaza Independencia que ocupa 4 manzanas. Tiene como atractivo un gran escudo provincial que de noche cobra vida iluminándose, así como una fuente de aguas danzantes que desde las 19:30 hs realiza un juego de aguas, luces y sonido reflejando la importancia del agua para los mendocinos.
Alrededor de la Plaza Independencia y ubicadas de manera equidistante, hay 4 plazas: San Martín, Chile, Italia y España. Esta última es la más linda de las 4 plazas, con mayólicas en su piso, decorada como si estuviésemos en un patio andaluz y una gran fuente central.
Visita al Parque San Martín y Cerro de la Gloria
El Parque San Martín es el lugar ideal para una tarde de mates y relax, es el gran pulmón verde de la ciudad. Se puede recorrer en bicicleta, caminando, y en auto. Hay espacios para disfrutar frente al lago, debajo de los árboles y una pequeña isla, llamada Isla del Lago que fue la elegida para quedarse a admirar.
El punto panorámico imperdible es el Cerro de la Gloria que conmemora la campaña al Ejército de los Andes, se puede subir en auto y se tarda unos 20 minutos desde la entrada al parque.
Cena en Chacras de Coria
Para la cena, elegimos visitar Chacras de Coria, un pequeño centro urbano con pinta de villa veraniega convertida en polo gastronómico. Se encuentra a 13 kilómetros de la ciudad de Mendoza, y pertenece al departamento de Luján de Cuyo.
¿Dónde cenar en Chacras de Coria? En El Mercadito. Destaco la buena calidad de la gastronomía, y la ambientación exterior por la noche.
Día 2 – Trekking al Cerro Campanario
Mendoza ofrece una actividad de senderismo muy amplia, y entre tantas opciones elegimos la más conveniente para nuestro grupo, priorizando una baja dificultad, seguridad, que pudiéramos hacer el trekking en el día, y sobre todo que tuviese un motivo significativo que recordáramos de ese día.
El Trekking al cerro Campanario en Cacheuta fue el elegido. El punto de partida es el camping La Crucesita, a 50 minutos del centro de Mendoza. Desde la Ruta Panamericana, camino a Cacheuta, en la zona de Las Compuertas está indicado el acceso hacia La Crucesita. Son 6 kilómetros de un camino consolidado que va atravesando una zona de nuevos emprendimientos inmobiliarios con casas construidas en piedra y abastecidas con energía solar.
El camping cobra una entrada por persona ($500 – Octubre 2022) ofreciendo un lugar donde estacionar el auto, baños limpios, y personal que recorre los senderos.
La marcha sobre los senderos es tranquila, por momentos sobre arenilla, otros más rocosos, un arroyo nos acompaña en casi todo el recorrido y el sendero se empeña en cruzar una y otra vez su curso, aparecen algunos tramos cortos de subidas pronunciadas, e inevitablemente habrá que esquivar las espinitas de las rosas mosquetas. El paisaje es imponente, y es muy probable que alguien se nos haya anticipado en el camino para hacer sonar la campana que podremos divisar en la cima del cerro, sobre un paredón rocoso como si fuese un portal en la montaña.
Desde la campana, es posible continuar el sendero hacia el Cerro Negro o bien bajar y buscar los senderos hacia las cascadas Aguadita o Cascada de la Virgen o regresar directamente al camping.
Elegimos continuar hacia la Cascada de la Virgen, que si bien en esta época es muy poca el agua que cae, es un lugar ideal para relajarse escuchando el sonido del agua y tomar unos mates con lindas charlas.
El tiempo que demoramos entre ida y vuelta, subiendo a la campana, y visitando la cascada, donde nos tomamos el tiempo de hacer un pequeño pic-nic y matear, fue de 5 horas. Tener en cuenta que el camping pide que bajemos entre las 16 y 18 horas.
Día 3 – Visita al Puente del Inca, Las Cuevas y Parque Provincial Aconcagua
Son 3 horas desde el centro de la ciudad de Mendoza hasta el Puente del Inca, por la Ruta 7. El paisaje montañoso es bellísimo, divisamos a lo lejos el espejo de agua azul del Embalse Potrerillos, el río Mendoza (o mejor el lecho del río, porque en estas épocas está bastante seco) nos acompañó durante gran parte del viaje, y los túneles en la montaña fueron de gran atractivo.
Al llegar al Puente del Inca hay un estacionamiento al costado de la ruta y un acomodador, dado que se trata de un punto turístico muy concurrido. Hay baños, y puestos con productos variados que ofrece la población local. Nos encontraremos a 2700 metros de altura, por lo que es imprescindible llevar abrigo.
Sobre la formación del Puente del Inca, juegan un mano a mano la curiosa leyenda y la maravillosa naturaleza. La primera cuenta que, muchos años antes de la llegada de los españoles, un jefe Inca tenía a su hijo muy enfermo. Brujos, curanderos, ofrendas, el consejo de los sabios, nada de eso pudo ayudar al heredero al trono. Fue entonces que descubrieron unas aguas curativas que podrían terminar con esa desgracia. Parten en expedición los guerreros incas, el Jefe Inca y su hijo y cuando llegaron al lugar, se dieron que cuenta que las aguas se hallaban del otro lado del Río Las Cuevas y no podían cruzar. Fue así que los guerreros incas se abrazaron formando un puente humano y su Jefe logró cruzar con su hijo en brazos. Cuando llegó a las aguas pudo curar al pequeño y cuando quiso agradecer a sus guerreros por ese gran gesto, estos se habían petrificado. Ese fue el motivo por el que se originó el Puente del Inca. Claro que existe la explicación científica, y es la que determina que fue creado por la acción de aguas minerales y que cualquier cosa que pose bajo las aguas, tomarán apariencia «petrificada».
Las Cuevas
A 10 minutos más de Puente del Inca se encuentra Las Cuevas, el último paraje antes de cruzar a Chile. Si sirve el dato, allí se encuentra un puesto de venta de Alfajores Premium Entre Dos, quienes recibieron el premio del mejor del país. Además, hacen degustaciones interminables de variedades de alfajores y vino patero.
Visita al Parque Provincial Aconcagua
Regresando hacia el Puente del Inca, se encuentra la entrada al parque. Aquí, la caminata más fácil y sin esfuerzo físico es el circuito a la Laguna Horcones y Mirador al Aconcagua. Son aproximadamente 2 kilómetros de recorrido que se hacen en 1 hora 30 minutos. Cada actividad tiene su tarifa y aquí podrás encontrar información, porque es necesario comprar el ticket online para poder ingresar al parque.
Día 4 – Visita, degustación y taller de blend en la Bodega Piedra Negra – Valle de Uco
¿Qué bodega elegir para visitar? Creo que no existe la respuesta correcta. Cada bodega tiene su encanto, y están diseminadas en toda Mendoza. Elegimos Piedra Negra, una bodega pionera en el Valle de Uco, corazón productivo de vinos de alta gama.
La Experiencia del Taller de Blend es un programa muy divertido para disfrutar entre amigos.
Aquí experimentamos el trabajo de un enólogo, donde cada una de nosotras creó su propio blend, mezclando un mínimo de 3 tipos de vinos (jóvenes, reserva, y gran reserva), y que fue luego embotellado para llevarnos nuestro propio vino.
Seguimos con la Visita a la Bodega y Degustación de una presentación de vinos jóvenes, reserva, gran reserva y entre ellos la variedad de orgánicos.
Este programa completo se puede hacer durante medio día por la tarde y disfrutar la mañana recorriendo Valle de Uco. Y es fundamental que si van en auto, tengan un conductor designado.
Atención en la Ciudad de Mendoza con:
Las acequias. Tanto si estás caminando y no meter la pata en una distracción, como si estás estacionando.. porque no todas las acequias están protegidas.
El estacionamiento en la ciudad es medido y los cordones pintados de verde es donde se debe gestionar el estacionamiento, para eso encontrarás a una persona legal que se ocupa de la disponibilidad y tarifas.
Los estacionamiento privados son muy económicos con respecto a las tarifas de Buenos Aires, y vale la pena dejar el auto en un lugar seguro sobre todo si es de alquiler.
¿Dónde alojarse en la Ciudad de Mendoza?
Más allá del tipo de propiedad que elijas para alojarte, lo que quiero destacar es que estábamos en pleno de centro de la ciudad, en la esquina de la Plaza Italia y a 350 metros de la Plaza Independencia. Y este concepto céntrico puede parecernos abrumador por el ruido en una ciudad como Buenos Aires, pero en Mendoza fue una excelente elección.
Alojarse cerca de la Plaza Italia es una referencia para estar a 3 o 4 cuadras del Paseo Arístides, que es una cuadra larga donde se concentran los bares y restaurantes. Muy divertido por la noche. Y a 20 minutos caminando de los Portones de ingreso al Parque San Martín.