Vivimos cada cuarentena con una sensación peculiar, y coinciden, ni más ni menos, con las tres etapas conocidas de una crisis. Retrocedo unas semanas, y recuerdo como me sentía en esa primera cuarentena. ¿Qué nos estaba pasando? ¿De qué se trataba ese estado y sentimiento de emergencia?, y… ¿Quién podía pensar en reinventarse? Con la información que tuve durante esa primera etapa escribí un post en el que hablaba, entre otras cosas, sobre los nuevos protocolos que el COVID-19 nos obligaba a implementar.
Transitando ya la tercera cuarentena, la gran mayoría cambió su foco de atención hacia «la reinvención del ser humano post COVID-19, el día después». Parece título de película, pero este estado lo siento como el batido en coctelera. Algunos podrán resolver su situación de manera más clara y eficiente, y otros trataremos de resistir para salvar el esfuerzo de tantos años. El pensamiento disruptivo está a la orden del día, y así reflotaron el trueque ante la ausencia de liquidez (en turismo): “Te sigo brindando mi servicio, y me pagás con servicios turísticos”, nada mal cuando cada uno conoce bien cuáles son sus costos. Contención es la nueva cara de esta relación.
La digitalización interna y externa la amplificamos todos. Como nunca antes, fueron semanas donde contacté y presencié las mejores charlas de referentes del turismo, horas de lujo con costo cero. Son grandes avances profesionales, pero cuando miro nuevamente mi pantalla, lo único que deseo es volver a sentir que recupero la libertad, así sea esta una libertad condicional, porque vamos a arrancar y vamos a volver a parar. Aunque sea esa una etapa de recuperación entrecortada de esta crisis, será mejor pensar en tener preparado un plan de acción para gestionar los riesgos y que sea también capaz de balancear expectativas.
¿Qué somos? ¿Cómo seguimos?
Son esas dos preguntas que conocemos todos y que no pueden ir separadas, ¿no?
Compartimos memes e imágenes inéditas que nadie en 100 años había presenciado: animales que invaden las ciudades ante la ausencia de turistas, aguas más claras, calles más limpias. Simplemente desde mi balcón soy testigo de un horizonte más claro, menos brumoso.
Según el turismo sostenible ¿Estamos preparados para ser ciudadanos conscientes y responsables con el turismo? ¿Son los principales destinos turísticos, destinos sostenibles? ¿Podemos medir el triple impacto en cada territorio turístico?
¿Cuál es nuestro compromiso?
Creo que el turismo necesita salvarse de sí mismo.
Creo que si tenemos que hacer un esfuerzo más, es para ser protagonistas de nuestro futuro.
La crisis va a pasar y creo en que vamos a lograr una nueva normalidad turística, planificada, sostenible, para proteger los recursos con los que trabajamos, y porque somos una mayoría de viajeros intrépidos con ganas de viajes más significativos.
Mi visión sobre el turismo que se viene
Cada uno debe pensarse como parte de una audiencia determinada. Todos somos viajeros y los estilos de organización y expectativas varían con cada uno. Personalmente todos mis viajes los organicé por cuenta propia, buscando las sugerencias que otros usuarios comparten en redes sociales como TripAdvisor, Twitter, y YouTube principalmente, y para convertir alguna idea más creativa recurrí a Instagram. Twitter es fascinante. Es lanzar una pregunta de pocos caracteres para recibir, a cambio de nada, la respuesta de una comunidad de viajeros con información precisa y variada. Siempre sentí que había logrado el objetivo de mis viajes, y todo eso que había recibido, lo transformé en valor para ayudar a otros en la misma situación. Así nació Mis Lugares Blog.
Las redes sociales serán un gran poder para distribuir más postales argentinas de la mano de los argentinos. Teniendo en cuenta que las ferias internacionales de turismo no se podrán organizar en quién sabe cuánto tiempo, y que los viajes nacionales serán los primeros en reactivarse, cada argentino será el mejor promotor de los destinos turísticos del país.
En ese sentido, se abre una ventana para las agencias de viajes, para reflotar junto al turismo nacional cuando el All Inclusive y Miami no serán opciones inmediatas, y sumado a un valor dólar al que habrá que volver a acostumbrarse. A la vez, representa un desafío cuando muchos ya conocen los destinos clásicos argentinos, pero es un gran momento para potenciar su creatividad en la producción de contenidos propios con los que puedan transmitir su identidad, y puedan difundir su expertise a través de sus redes sociales.
El turismo internacional no se va a detener, pero flotan en el aire sentimientos de temor e incertidumbre, tanto para aquellos que tuvieron que ser repatriados, como para lo que (como yo) organizan sus viajes por cuenta propia. Esa incertidumbre sobre temas sanitarios, protocolos de regreso al país, reembolsos de dinero por si el virus reaparece, contar con alguien que nos escuche y sentirnos menos vulnerables, también representan oportunidades para que las agencias de viajes sumen esa audiencia.
Fusiones. Probablemente la unión entre empresas y emprendedores de turismo sea una gran alternativa para incluir o potenciar alguna unidad de negocio poco explorada.
¿Qué hacemos este finde? Las opciones locales que tenemos a nuestro alrededor y hasta 100 kilómetros que permitan una ida y vuelta en el día, será lo primero que pueda responder a esa pregunta. Teniendo como meta esa reactivación comercial a corto plazo, llama a la acción la formación de mesas de trabajo para resignificar los valores locales y culturales.
Los hábitos crean tendencias. El deporte, la alimentación saludable, la conexión con la naturaleza, reciclar y reutilizar, ser más conscientes sobre la elección de los destinos y en el valor que nos va a aportar hacer ese viaje, qué contribución podríamos hacer nosotros en la comunidad que visitamos. Si buscamos el equilibrio, que sea moviéndonos en forma más consciente, colaborativa, slow y saludable, consumiendo productos locales, y preservando los recursos naturales. Son distintas maneras de hablar de turismo sostenible. Si vamos a dejar una huella que sea positiva.
Turismo Sostenible y Objetivos de Desarrollo Sostenible
¿Qué es el Turismo Sostenible?
El turismo sostenible definido por la Organización Mundial del Turismo – OMT es: “El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Una definición pipí cucú, a la que le sumo que el turismo sostenible y el turista responsable están alineados con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
A las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, social, y ambiental, se integra la Agenda 2030 con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que fueron aprobados en el 2015 por los Estados Nacionales miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo es trazar un camino común hacia el 2030 con la misión de transformar nuestro mundo.
Potente, ¿no?
Cuesta un poco no pensar en que la llegada del COVID-19 dejó renga la Agenda 2030, aún en países con diferentes realidades. Ante un «sálvese quien pueda», no hay inteligencia artificial que nos tire un salvavidas, y con certeza somos nosotros los únicos que podemos ayudar a salvar al turismo de sí mismo.
Si bien el turismo puede contribuir a los 17 objetivos ODS, sólo aparece en las metas de tres de ellos:
- ODS 8: Desarrollo económico sostenido, inclusivo y sostenible
- ODS 12: Consumo y producción sostenibles
- ODS 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares, y los recursos marinos.
Herramientas para ser mejores empresas
Para amigarse con las buenas prácticas del desarrollo sostenible, existen herramientas para la autoevaluación de la empresa, que permiten mejorar los procesos internos, y tomar mejores decisiones. Por apariencia o convicción, esta tendencia habrá que premiarla para ubicar a esa empresa en las primeras filas a la hora de tener que elegir con quién hacer negocio.
Sistema B
Certificarse como Empresa B es un concepto al que deberían encaminarse todas las empresas, incluso las turísticas. Es una evaluación interna de la organización, a través de una herramienta creada para medir el Triple Impacto (económico, social, y ambiental) que genera la empresa. No se trata de rankear empresas, ni de crear una estrategia de marketing, sino que se recopila información según lo que voluntariamente la empresa declara, y se traduce en referencias valiosas para reorientarse hacia un modelo de negocio sostenible.
Hoteles más verdes
Es un programa de sustentabilidad hotelera que certifica a los hoteles en 3 categorías: Bronce, Plata, y Oro, según el compromiso con los procesos para el tratamiento de residuos, eficiencia energética, gestión del agua, realización de acciones de responsabilidad social, entre otros aspectos. Además este programa cuenta con el aval del Global Sustainable Tourism Council, lo que significa que el hotel que aplique tendrá ventajas a la hora de ser elegidos por operadores turísticos internacionales.
Se aceptan colaboraciones
Hay colaboraciones que hacen explotar mi creatividad, y otras que quiero dar a conocer.
Este post es sólo un punto de partida, con miras a profundizar el turismo sostenible que se viene, y los emprendimientos que ya están en marcha. Si querés compartir el tuyo, estaré encantada de conocerte y compartirlo en el blog 🙂