Tal vez a muchos les pasó como a mi. Las Cinque Terre fue el lugar que puso en jaque mi expectativa con la realidad. Si me dejaba llevar por las imágenes de colores saturados que veía pasar en las redes sociales, no habría segunda oportunidad para este apiladito de casas con sello italiano. Agradezco haber tenido esa primera impresión porque fue un lugar al que había decidido dedicarle dos días, tiempo suficiente para revalorizar lo que estaba viendo.
Entonces…
¿Cómo enamorarse de las Cinque Terre?
Me costó dos días enamorarme de Cinque Terre. El primer día que las visité por tierra (y es el tema de este post), dije… ¿era esto? y me quedé pensando, pero también observando. El segundo día que navegué su costa, me enamoré. Pero no porque se tratara de una navegación privada por el azul profundo del Mar Mediterráneo, sino que con otra perspectiva entendí por qué Cinque Terre es especial.
Cinque Terre es la naturaleza domada por la mano del hombre, y es la belleza de su aislamiento geográfico. Es la Italia al natural: agua, roca, sol, vino, olivos, y mucho trabajo. Hace miles de años que los habitantes de estos pueblos mantienen en condiciones adecuadas las laderas aterrazadas para cultivo. Desde el mar se hace más fácil ver esos kilómetros de piedras superpuestas, una por una, algo muy artesanal. Este legado, que aún se sigue practicando, es lo que le valió a Cinque Terre la inclusión en lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El secreto es disfrutar Cinque Terre tal como es.
Bien clarito, Cinque Terre significa Cinco Tierras, y visitamos cada una de ellas en este orden:
1. Monterosso al Mare, la mejor playa
Es el más antiguo de todos, el más austero pero con la mejor playa, y con vistas más amplias dado que las casas no están tan apiladas en la montaña.

Monterosso al Mare desde un mirador de acceso peatonal

Monterosso al Mare
Como nuestro grupo estaba compuestos por diferentes edades y posibilidades de esfuerzo, allí fue donde nos dividimos en dos: los que queríamos llegar a Vernazza caminando a través del sendero de montaña y los que preferían llegar cómodamente en tren.
Senderismo, entre el cielo y el mar
Son varios los senderos que unen pueblo con pueblo, y durante siglos, fue la única conexión entre ellos. Para el turismo es una de las actividades más divertidas y activas porque es la manera que tenemos de conectarnos con la geografía de las Cinque Terre, y quien quiere pensar un poquito más allá, puede sentir en carne propia lo que significa vivir en estos pueblos de montaña.
Así se veía Monterosso al Mare mientras nos internábamos en el sendero.

Monterosso al Mare en la primera parte del sendero hacia Vernazza

Chau Monterosso al Mare
El terreno es de montaña, pedregoso, a veces escalonado, a veces flojo. Angosto y de doble mano, gente que va hacia Vernazza y gente que viene de allí. Pausado, e hidratado, es una actividad que se puede sobrellevar aunque tengas poco entrenamiento.
Básicamente te convertís en un dron porque subís y subís, y las bajadas parecen ignorar el camino. Pero desde arriba las vistas son soñadas.

Subimos lindo….
Después de 2 horas el premio empieza a asomar… ¡Hola Vernazza!

Y seguimos subiendo…

Hola Vernazza. «La Perla de Cinque Terre»
2. Vernazza, la perla de Cinque Terre

Vernazza

Al fondo de la foto se puede ver el sendero por el que se arriba a Vernazza, el color del agua es así de transparente, y los clavadistas que van trepando la piedra y preparándose para una zambullida.

Vernazza
Almuerzo en Vernazza
Por suerte el otro grupo que había llegado en tren, se anticipó en reservar una mesa en la Pizzería Baia Saracena (Baia se escribe así, no es falta de ortografía). Es el primer puesto pegado a la costa, con una vista hermosa, y comimos bajo la sombra codiciada de un techo de sombrillas.

Un plato así, sin bebida 14 euros
Podríamos haber seguido haciendo senderismo desde Vernazza a Corniglia, que era uno de los pocos tramos abiertos, ya que la conexión más famosa entre pueblos conocida como Via dell’Amore que une Manarola con Riomaggiore estaba cerrada por derrumbes. Pero aún faltaban 3 pueblos más por recorrer, y no sabíamos cuánto tiempo nos podría llevar y decidimos continuar en tren.
3. Corniglia
Es el único de los pueblos que no toca el mar. Se encuentra en lo alto del acantilado y se accede a través de una escalinata de 365 escalones. Para llegar habíamos pensado en usar el servicio de buses incluidos en la Cinque Terre Card. Esperamos 10 minutos al sol, llegó un minibus lleno de gente con valijas y fue imposible subir. Abortamos la misión de conocerlo, pero de todos modos veríamos este pueblo a lo lejos y desde el mar, al día siguiente. Besito hacia Corniglia y volvimos a la estación de tren para continuar hacia Manarola.
4. Manarola
Probablemente lo divertido entre estos pueblos es conectarlos haciendo senderismo, pero a falta de físico o de tramos abiertos, cada una de ellos tienen miradores desde donde podemos observarlos con diferentes perspectivas.

Manarola desde su mirador.
5. Riomaggiore

Riomaggiore

Riomaggiore
A los papeles, les cuento la info práctica para el paseo:
¿Por qué comprar la Cinque Terre Card?

Cinque Terre Card.
Beneficios por comprar la Cinque Terre Card:
- Acceso al tren regional: Para subir y bajar en cada pueblo, las veces que queríamos. Hay controles en cada estación y vi cómo hacían las multas. Las cabeceras incluidas en esta tarjeta son La Spezia y Levanto.
- Acceso al Parque: Para hacer senderismo. Nosotros que hicimos la conexión entre Monterosso al Mare y Vernazza, tuvimos que presentar la tarjeta en una garita que se ubica en la entrada del sendero.
- Uso de baños en forma gratuita: Estos baños están en las estaciones de tren, y considerando el tipo de cambio para los argentinos, mejor que esté incluido este servicio, sino será el «pichín» más caro de tu vida.
- Uso del servicio de buses ATC dentro del parque: Pensábamos usarlo para subir a Corniglia pero ya saben qué pasó.
¿Dónde comprarla y cómo validarla?
La Cinque Terre Card se compra en la Plataforma 1 de la estación de tren de La Spezia Centrale, allí se encuentra la oficina de turismo.
La Cinque Terre Card se tiene que validar antes de tomar el primer tren y por única vez. Se valida en la misma plataforma de tren donde la compraste. A pasos de la oficina hay unas maquinitas sobre columnas en las que pasás la tarjeta.
A TENER EN CUENTA:
- Si tenés intenciones de llegar temprano a la primera ciudad de Cinque Terre que quieras visitar, tenés que considerar que la espera para comprar la Cinque Terre Card es de 1 hora como mínimo. ¿Por qué? Porque hay 2 empleados atendiendo y se toman el trabajo de explicarle a cada turista cómo funciona el sistema, los servicios incluidos, y toda información que les consulten. «Ommm».
- Dónde informarse el estado de los senderos: Acá
- Dónde informarse sobre los precios de la Cinque Terre Card: Acá
¡Este paseo está incluido en el itinerario que recorre a Italia durante 30 días!