Newport es una ciudad que se encuentra a 2 horas al sur de Boston. La recuerdo por lo pintoresco que resultó el contraste de su arquitectura colonial en la zona del puerto, con las grandes mansiones de veraneo pertenecientes a familias multimillonarias de la Edad Dorada.
Caminando entre las mansiones de Newport
Desde donde estacionamos la camioneta, comenzamos este paseo caminando paralelo al puerto, por la calle Spring St. en dirección hacia Washington Square.
Newport fue fundada en 1639 como una de las 13 colonias inglesas, comenzó siendo un experimento americano al permitirles a todos sus habitantes profesar cualquier religión, sin ser perseguidos, ni castigados por ninguna iglesia. Fue la zona de Washington Square el corazón de esta nueva ciudad, y desde ahí fuimos rumbo al puerto para regresar por las avenidas America’s Cup Ave y Thames St, con lindas vistas hacia el puerto y negocios de todo tipo que continúan reflejando la misma misión comercial como en sus primeros tiempos.
Volviendo a las cuestiones religiosas, las comunidades judías, exiliadas hacia el Caribe y las Américas, vieron en Newport una oportunidad de profesar libremente su religión, y entonces llegaron a la ciudad con importantes negocios y conexiones comerciales. Esta ciudad que prosperaba, atrajo a familias millonarias americanas como los Vanderbilt, Astor, Belmont, que huían del calor de sus ciudades, y construyeron sobre la Avenida Bellevue Ave sus grandes mansiones. Llegaron con dinero hecho durante la Revolución Industrial Americana, por lo que las construcciones de sus fastuosas propiedades le dijeron adiós a la madera, y utilizaron en cambio el mármol, granito, hierro forjado. Esta época de grandeza de Newport se la conoció como la Edad Dorada.
Antes de recorrer la avenida de las mansiones, hicimos un paseo para espiar sus jardines. Es una de las actividades más conocidas del estado, y se llama Cliff Walk o paseo del Acantilado. Tiene una longitud de 5,6 kilómetros, bordea el acantilado de Newport hacia un lado, y deja al Océano Atlántico hacia el lado opuesto. No lo hicimos completo porque nos hubiese llevado más de 3 horas caminarlo, pero hicimos el tramo que va desde Narrangasett Avenue hasta Rugles Avenue.

La parte de atrás de la Mansión «The Breakers» de la familia Vanderbilt.
Este paseo corre paralelo a la avenida Bellevue Ave, que recorrimos en auto de punta a punta para ver la seguidilla de mansiones de estas familias adineradas.

«The Breakers Mansion», vista de frente.
Hay 11 mansiones coloniales que se pueden visitar en un tour, o en forma independiente. Algunas fueron convertidas en museos, y otra siguen siendo de carácter privado.
The Breakers fue la mansión que vi más concurrida para su visita. Inspirada en el Renacimiento Italiano, tiene 70 habitaciones, y quienes la visitaron dicen que es de las más grandes e impresionantes. La de Rosecliff fue donde se filmó la película El Gran Gatsby, y fue diseñada al estilo Grand Trianon de Versalles. The Marble House es otra de las mansiones recomendadas para visitar, también propiedad de uno de los Vanderbilt que se la regaló a su esposa para un cumpleaños. Fue construida en mármol blanco, y también al estilo del Petit Trianon de Versalles. Parecería que María Antonieta era el personaje favorito de estas familias.

La visita a 5 de estas 11 mansiones costaba USD 31,50
Como dato curioso, Gilbert Stuart fue un gran retratista americano que hizo su carrera en Newport, y su obra más conocida «George Washington» fue la cara del billete de 1 dólar (one dollar) de los Estados Unidos.
Fin de la excursión, y regreso a casa para visitar al día siguiente: Cambridge, MIT y Harvard