¿Por dónde comenzar visitando la ciudad de Nueva York? Como por alguna punta había que comenzar, decidimos que el primer día fuese en el sur de la isla, es decir, en el Distrito Financiero y alrededores. Esto es la parte baja de Manhattan o Lower Manhattan, porque en definitiva fue acá donde comenzó a escribirse la historia de Nueva York.
Battery Park, con vista a la Libertad
El puerto por donde entraron los primeros inmigrantes está en Battery Park, y ese fue el primer sitio que visitamos. También fue el primer contacto visual con la reina de las estatuas, la Estatua de la Libertad, que produjo un unánime «Ahhh .. ahí está«.
Cerca está la compañía de barcos que hace el traslado a Staten Island, pero nosotros elegimos hacer el Circle Line Cruise, que es el crucero incluido en la CityPass. Por lo que nos conformamos con la vista desde el parque más antiguo de la ciudad, construido en 1733 y rodeado por su valla original del siglo XVIII. El nombre de Battery Park viene de la artillería de los holandeses y británicos que se instalaron ahí para proteger el puerto. Suele soplar mucho viento y sin abrigo no se aguanta ni 2 minutos.
El parque tiene unas callecitas internas y muchos monumentos, entre ellos The Sphere (la esfera de bronce) que estaba situada en el World Trade Center y durante el atentado fue dañada pero se conserva bastante bien. Desde entonces fue trasladada a este parque y exhibida como símbolo de fortaleza.
Cerca está el East Coast Memorial compuesto por 8 bloques de cemento en los que están inscriptos los 4.600 nombres de las persona que murieron en la Segunda Guerra Mundial.
Se destaca también el Memorial a quienes participaron en la Guerra de Corea, cuya silueta es la de un soldado y es también conocida como «El Soldado Universal».
En forma circular se ve el fuerte Castle Clinton o Fort Clinton del Siglo XIX, y ahí está la boletería para el hacer el paseo gratuito en ferry hacia la Estatua de la Libertad.
El Toro de la bolitas de la suerte
Desde Battery Park subimos por la Avenida Broadway para ir a «tocarle las bolitas al toro», que si bien suena bastante mal, se trata de la pura verdad. Es el Charging Bull, más conocido como el Toro de Wall Street o Wall Street Bull, una escultura de bronce que pesa 3.200 kilos situada en el parque Bowling Green.
Por su postura a punto de embestir, el toro simboliza el optimismo, la agresividad y la prosperidad financiera. Originalmente fue una obra que se instaló de manera ilícita, que hoy es patrimonio de la ciudad, y para nosotros los turistas visitarlo significa la búsqueda de suerte y dinero.
Trinity Church
Por la misma Avenida Broadway seguimos subiendo hasta pasar unos metros Wall Street para llegar a la Trinity Church (Iglesia de la Trinidad), una de las iglesias centenarias de la ciudad, y que conserva su cementerio en el que fueron enterrados grandes figuras del mundo de la política y finanzas.
Es una iglesia de estilo neogótico que contrasta con todos los edificios que la rodean, tiene una torre de 86 metros de altura que hasta comienzos del siglo XX era considerada la más alta de la ciudad.
The Wall Street
Estábamos a pasitos de «la» Wall Street, la calle principal del Distrito Financiero, que contiene uno de los edificios más simbólicos: el de La Bolsa de Valores (New York Stock Exchange).
También se encuentra la Reserva Federal (Federal Hall). Fue el primer capitolio de Estados Unidos y edificio donde George Washington fue nombrado primer presidente de Estados Unidos en 1789, y está la estatua que lo recuerda. Es un edificio neoclásico muy bien conservado y hoy funciona un museo que cuenta la historia del edificio, y es de entrada gratuita.
Esta calle era el límite norte en la época de los holandeses, y sobre la que se había construido el muro defensivo (Wall) contra los habitantes originarios. Si bien el muro no existe más, quedó el nombre y la diferencia de estilos arquitectónicos de los edificios que la rodean.
En ese momento se sabía que era un personaje poderoso, pero no podíamos imaginar la transcendencia que llegaría a tener para el 2017. Tampoco este es el único edificio en la ciudad, pero este en particular está inmejorablemente ubicado. ¿Quién es y qué es? Es el edificio del actual Presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Negocios como Tiffany & Co. nos empezaba a llamar la atención, hasta que las mujeres divisamos un TJ Maxx frente a la Reserva Federal. Valió la pena entrar porque tenía unos descuentes increíbles.
Zona Cero
La segunda parte de este día fue la visita a la Zona Cero. Es la zona que ocupaban las Torres Gemelas y el conjunto de edificios de la World Trade Center (WTC), que tuvieron que ser derrumbados después de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001. Un momento trágico para Estados Unidos y un golpe fuerte para los neoyorquinos.
Antes de visitar el memorial, nos acaparó la atención el edificio que cambió el skyline de Nueva York, el One World Trade Center. Su formato está dado por 8 triángulos isósceles y el reflejo en su estructura de vidrios espejados es un festín de fotografías. La antena le aporta los centímetros necesarios para alcanzar los 541 metros finales y posicionarlo como el edificio más alto de Estados Unidos. Cuando estuvimos ahí en el 2014 aún no estaba habilitado el Observatorio, pero hoy se convirtió en visita obligatoria.
A pasos del One World visitamos el memorial del 11 de septiembre, realizado en homenaje a las víctimas del atentado. Se trata de dos piscinas gigantes con cascadas en sus cuatro lados, que ocupan el espacio donde se encontraban las dos Torres Gemelas. Los nombres de más de 3000 víctimas que murieron en el World Trade Center, en el Pentágono, y en el vuelo número 93, están inscriptos en los bordes de las piscinas, que por la noche se iluminan. Es un lugar en el que se vive un clima muy especial, de mucho respeto al que ya no está.
Muy cerca está el único árbol sobreviviente a la tragedia, reconocible por la valla que lo rodea. El resto de los árboles que se ven alrededor, son retoños de los árboles que estaban cerca del WTC y que desaparecieron en el atentado. Estos nuevos árboles son un símbolo del renacimiento.
Al salir del memorial tomamos Vesey St., la primera calle hacia nuestra derecha, como para ir en dirección a la Corte Suprema y al Puente de Brooklyn. Caminando por esa calle vimos que estaban construyendo algo que parecía una columna vertebral gigante, y ahí quedo el comentario. Hoy leyendo veo que esa obra es la estación de trenes y subtes llamada Oculus del arquitecto español Santiago Calatrava, que según él representa «una paloma a punto de emprender vuelo«. Conectará 11 líneas del subte, y el tren que va desde Nueva York a Nueva Jersey, permitirá el acceso a las torres del WTC, y será también un centro comercial.
Corte Suprema de Justicia de Nueva York
Finalmente pasamos por el frente de la Corte Suprema de Justicia de Nueva York. En el friso lleva la inscripción «La verdadera administración de justicia es el pilar más firme de un buen Gobierno«, una cita atribuida a George Washington en 1789.
Casi en frente se ve la calle que entra al Puente de Brooklyn, y mas allá los pilares que son su marca registrada.
Bendito Shopping
Para quien esté interesado en el shopping, Lower Manhattan tiene locales de todo tipo de productos, uno al lado del otro, y donde se consiguen muy buenos precios. Entre mis favoritos, el local de zapatos Nine West, T.J.Maxx para rescatar ropa de todos los días, y Century 21 para buscar prendas de mejor calidad con alguna rebaja.