María Eva Duarte de Perón fue una de las mujeres más destacadas del siglo XX, seguramente por los sentimientos ambivalentes de «Amor-Odio» que despertó en la sociedad, pero Evita logró su lugar en la historia argentina. Fue una mujer que entre su casamiento con Juan D. Perón y su fallecimiento pasaron 7 años, es decir entre sus 27 y 33 años tuvo un corto tiempo de exposición y un alto impacto histórico. Tanto es así que casi 70 años después de su muerte, el Museo Evita es uno de los más visitados de la Ciudad de Buenos Aires y el 60 por ciento de sus visitantes es de origen extranjero.
La casa donde se encuentra el Museo Evita, perteneció a una familia de origen español muy adinerada en la que vivieron durante casi 30 años. En 1948 la Fundación Eva Perón les compra la propiedad, y así pasa a estar ligada al trabajo social y político de Evita. Fue conocido como el Hogar de Tránsito Nº2 dedicado exclusivamente a mujeres, pero mujeres que estaban en situación de riesgo, madres solteras, desocupadas. Venían de diferentes puntos del país para cambiar su situación atraídas por estas grandes ciudades, y pensaban que podían conseguir en otro lugar lo que sus pueblos de origen no les daba.
Según las actas de este hogar de tránsito el promedio de rotación de mujeres era de 17 días, en los cuales la Fundación les encontraba trabajo, vivienda digna y estable, y así quedaban incluidas en la vida social.
Este Hogar funcionó hasta el año 1955, momento en que se produce el golpe militar que derroca a Juan Domingo Perón como Presidente, luego se disuelve la Fundación, y con ella todas sus propiedades pasan a manos del Estado Nacional. A partir del año 1999 se declara esta casa Lugar Histórico Nacional, y así es como llega a instalarse el Museo Evita en el año 2002, al cumplirse el 50 aniversario de la muerte de Eva Perón.
Más allá de ser Eva Perón una mujer amada y odiada por la sociedad, el recorrido de las distintas salas del museo se basa en el texto del libro autobiográfico «La Razón de Mi Vida», firmado por Evita.
El paseo comienza con una película sobre su fallecimiento, en blanco y negro.
A partir de ahí, a través de textos, fotos, y vidrieras, se recorre la vida de Evita de manera cronológica, desde su infancia, sus años de adolescencia, su llegada a Buenos Aires, el comienzo de su carrera en la radio y cine. Luego su encuentro con Perón, su rol de Primera Dama, el voto femenino y su trabajo social y político, hasta que su enfermedad la llevó a un final que no esperaba que ocurriera a los 33 años.
Así se ven los vestidos que solía usar, zapatos, sombreros y objetos personales.
Eva era una mujer muy religiosa y le solicitaba a su confesor personal, el Padre Benitez, que realizara los bautismos, comuniones y confirmaciones de los chicos que pasaban por el Hogar de Tránsito.
En otro salón armaron la representación de cómo era la cocina del Hogar.
Su patio andaluz de 1923 es una joyita dentro de la casa, para tomarse unos minutos de descanso.
Del fanatismo del pueblo nació la figura de Evita, lo que redobló su espíritu pasional y luchador. Su rol jugó un papel aún más importante que el del mismísimo presidente Juan D. Perón, y este museo es prueba suficiente de que podrá ser amada u odiada, pero nunca olvidada.
- Visitas al Museo Evita, en Palermo