Bienvenidos a la cocina bistronómica. Claro que aprendimos sobre este término bastante después, pero cuando buscamos en internet un restaurant a dónde ir, que fuese elegante y con precios accesibles, dimos con el Restaurant de Jérémie. Habíamos leído en las redes sociales que ofrecían platos de alta cocina y se encontraba bajo la lupa de la Guía Michelin.
¿De qué se trata la cocina bistronómica?
Según los expertos, Jérémie es un abanderado en este concepto. Se trata de la combinación de las palabras bistró y gastronomía. Originalmente se llamaba bistró a un establecimiento pequeño que servía café y comidas rápidas. Poco a poco pasó a ser sinónimo de establecimientos pequeños, pero elegantes y caros, alejándose así de su esencia. Es en Francia que vuelven a resurgir el concepto original, pero mutando la palabra en «bistronómico», siendo la premisa: calidad en los platos a precios bajos. Son cartas inteligentes, chicas y tentadoras, que ofrecen productos de temporada, pocas mesas y pocos cocineros, mucho ingenio y personalidad.
Ahora sí vamos a lo papeles: reservamos el horario con anticipación y nuestro mozo se ocupó de responder a todas nuestras consultas relativas al menú, para que tomáramos la decisión que más nos gustara. Hablan el inglés perfectamente, por lo que el idioma no resultó ninguna traba.
Conocimos a Jérémie para el momento del postre y fue él quien nos recomendó estas delicias.
El menú de tres pasos: entrada + plato principal + postre (sin bebida) tiene un valor de €48. No es nada caro, teniendo en cuenta que en cualquier restaurant de la ciudad un plato sólo ronda entre los €13 y €20.
Colorín, dorado …
Otro dato tentador es que el restaurant se ubica en el barrio del Trocadero, y después de disfrutar de una cena romántica nos encontrábamos a pasitos de la Torre Eiffel, para verla iluminada de su tradicional color dorado.