Fascinante, es la palabra que le va a este Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. No sólo es el monasterio más grande de España sino que además es la joya más importante del renacimiento español. Se encuentra habitado desde hace 450 años y fue considerado durante mucho tiempo la octava maravilla del mundo.
¿Cómo llegar al Monasterio desde la ciudad de Madrid?
Desde la ciudad de Madrid, el monasterio se ubica a 50 kilómetros, aproximadamente una hora en transporte público. Desde donde nos alojamos tomamos el subte 3 en Callao hasta Moncloa (sólo 4 estaciones), para tomar allí el colectivo 661 o 664 hasta El Escorial. Son siete cuadras para llegar al Real Monasterio, cuyo ingreso es por la fachada que da a la Avenida Don Juan de Borbón y Battenberg.
Para ponerle un poco de emoción a esta visita, decidimos bajarnos unas paradas antes de llegar a destino, para así recorrer el barrio de El Escorial que es muy lindo y tranquilo. A nuestro paso encontramos el ingreso a la Casita del Príncipe, suponiendo que el camino nos conectaría a la entrada del monasterio.
Fueron mil metros en subida y al final nos encontramos con un portón cerrado… y volver no estaba entre nuestras opciones. Mirando el portón atentamente, nos dimos cuenta que no tenía candado (por suerte), tampoco nadie alrededor (qué suerte), por lo que en un minuto estábamos del otro lado. Aquí los recuerdos de este paseo con final feliz:
Felices ya del lado correcto caminamos hacia el monasterio, que cuanto más nos acercábamos más nos iba fascinando.
Un poco de historia sobre este Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
En España cuando algo dura más de lo esperado o las obras parecen no tener fin, se suele decir «esto dura más que las obras del Escorial». Esta comparación está referida al imponente Monasterio de San Lorenzo de El Escorial que el rey Felipe II, de la Casa de los Austrias, mandó a construir en conmemoración de la batalla de San Quintín ganada a los franceses. La batalla ocurrió el 10 de Agosto, día de San Lorenzo. Se cree que el rey tuvo además otro motivo para construir el monasterio y fue para tener un panteón real donde pudieran descansar todos los reyes de España, comenzando por cumplir los deseos de su padre, Carlos I de España, de ser enterrado junto a su esposa la emperatriz Isabel de Portugal.
Las obras se iniciaron en 1564 bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo quien sólo pudo construir la traza de la planta general, ya que al fallecer lo sucede Juan de Herrera. Este último finaliza la obra en 1584 con un estilo muy personal al que llamaron «herreriano». La obra demoró 20 años en finalizarse y era el mismísimo rey quien observaba sus avances desde un mirador que mandó a construir especialmente, conocido como la silla de Felipe II.
El edificio agrupa varias funciones: nació como monasterio de monjes de la orden de San Jerónimo, aunque actualmente está regido por una congregación de monjes Agustinos. Es también palacio real, biblioteca, colegio, seminario y panteón de reyes. Este último es uno de los sitios más impactantes. Actualmente quedan sólo dos lugares en el panteón de reyes, uno destinado a Juan Carlos y otro a su esposa Sofía, pero para los reyes que siguen no se sabe aún cuáles serán sus destinos.
¿Cómo visitar el Real Monasterio de San Lorenzo El Escorial?
Esta visita no está incluida en la tarjeta Madrid Card, por lo que compramos la entrada con la visita guiada incluida que comenzó a las 16:00 hs, y éramos sólo 5 personas. Tuvimos suerte o será que la mayoría elige ir en horarios de la mañana, por lo que pudimos disfrutar de la tranquilidad y silencio del lugar. Las visitas guiadas no tienen horario fijo sino que salen a medida que se van armando los grupos.
¿Qué partes se visitan?
Comenzamos visitando el sector que perteneció al Palacio de los Austrias o Casa de Felipe II con un estilo más austero, pero lo que más se destaca es la ubicación de sus dependencias reales que rodean a la Basílica. De hecho las habitaciones del rey y de la reina están separadas por el altar mayor de la Basílica, lo que les permitía seguir los actos religiosos desde sus aposentos.
Luego pasamos por la Basílica, que es austera pero a la vez monumental.
En la visita se destacan los dos grupos escultóricos ubicados en altura, debajo de los arcos y a ambos lados del retablo mayor. Uno de los grupos representa el cenotafio de Carlos I (cenotafio: monumento funerario que no contiene el cadáver de la persona a la que se recuerda), compuesto por cinco figuras arrodilladas y manos juntas en actitud orante. El Rey está acompañado de su esposa y madre de Felipe II, doña Isabel de Portugal; la hija de ambos, doña María de Austria; y las hermanas del rey, doña Leonor de Francia y doña María de Hungría. Hacia el lado opuesto, se encuentra el otro grupo escultórico que guarda la misma estética que el anterior, pero este cenotafio está dedicado a Felipe II. Aquí se ve Felipe II; su cuarta esposa y madre de Felipe III, Ana de Austria; su tercera esposa, doña Isabel de Valois; su primera esposa y madre del príncipe Carlos de Austria, doña María Manuela de Portugal y por último el príncipe don Carlos, primogénito del rey y fallecido en extrañas circunstancias. La segunda esposa de Felipe, María Tudor, no está representada en este grupo, probablemente porque sea inglesa y no está enterrada en el monasterio.
Otro lugar impactante de esta visita fue el Panteón de Reyes que está situado debajo del Altar Mayor y para llegar bajamos dos tramos de escaleras. En el segundo tramo hay dos puertas que corresponden a los pudrideros, uno para los reyes y el otro para los infantes.
No menos llamativo es el Panteón de Infantes mandado a construir por la reina Isabel II, para dar sepultura a familiares reales que no han reinado, como hijos no primogénitos, o esposas sin descendencia coronada y que por lo tanto no podían ser sepultados en el Panteón Real. El Panteón de Infantes está formado por numerosas salas de sepulcros construidos en mármol blanco, siendo los que más me llamaron la atención el sepulcro de niños (gran monumento poligonal destinado a niños que han fallecido en edad infantil o antes de llegar a la pubertad) y el sepulcro de Juan de Austria tallado con infinitos detalles. Don Juan fue militar y diplomático, hijo natural de Carlos I y hermanastro de Felipe II. Al fallecer a los 31 años de edad fue traído por su hermanastro a la corte, con su cuerpo desmembrado para facilitar su traslado. Fue enterrado en El Escorial bajo ceremonias religiosas propias de la realeza.
Ya finalizada la visita guiada, en la que todas las líneas históricas fueron presentadas por nuestra guía, terminamos de recorrer por nuestra cuenta la Biblioteca, el Palacio de los Borbones, y los jardines.
La Biblioteca, al ingresar nos impactó el conjunto entre el techo abovedado con frescos que recorren el salón en sus 59 metros de largo y sus pisos de mármol brillante. Según los deseos de Felipe II, el origen de la biblioteca tuvo como propósito albergar todo lo que se publicara en España; de hecho el rey donó 4.000 volúmenes de su biblioteca personal. En los laterales extensas estanterías de madera, diseñadas por Juan de Herrera, que contienen libros de todas las épocas y preciados incunables. Al final del recorrido se destaca la esfera ptolemaica de Felipe II, en la que se representa a la Tierra como centro del Universo.

Demasiado impactante como para no llevarse este recuerdo, de hecho el único ..
En el sector denominado Palacio de los Borbones se destaca su excesiva decoración, producto del lujoso estilo de vida y gustos afrancesados de esta dinastía, y que contrastaba con la austeridad de la Casa de los Austrias. Trajeron tapices de autores como Goya, realizados por la Real Fábrica de Santa Bárbara (fundada por Felipe V, se ubica cerca de la Estación Atocha en Madrid), una colección de relojes de Carlos IV, lámparas de arañas, entre otros objetos y muebles.

Vista al Palacio de los Borbones
Coronando el final del recorrido, visitamos los jardines que rodean el complejo y desde donde se puede observar perfectamente ese contraste entre la austeridad del edificio que corresponde a la Casa de los Austrias y la monumentalidad del edificio que le corresponde a la Casa de los Borbones. Permanecen en los jardines el conjunto de cuadros de setos de boj, aunque sin el colorido de flores que Felipe II anhelaba.

Estos son los llamados setos de boj

Vistas panorámicas desde los jardines
- Más información: Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
- Entrada: Visita guiada €14, dura 1 hora + 2 horas para terminar de recorrer el monasterio y sus jardines por cuenta propia.
- Horarios: Martes a Domingo de 10:00 a 20:00hs