Para los que no somos amantes del arte, ni de los museos, llega esta momento en la organización de un viaje donde hay que decidir: ¿entrar o no entrar a un museo? Y aunque no tengas la excusa de una obra específica que quieras admirar, no significa que no encuentres alguna que te vuele la cabeza. En el Museo del Prado yo encontré la mía y se llama «El Jardín de las delicias», de El Bosco.
El Museo del Prado y El Jardín de las delicias, de El Bosco
El Bosco venía de una familia de pintores, lo que no significa que haya sido adinerada. Como todo el mundo tenía que hacer trabajos que no le quitaban el sueño, pero le traían el pan a la mesa. Su suerte cambió cuando se casó con una mujer rica, y 25 años mayor que él. De su historia no se sabe demasiado, como tampoco se sabe la fecha exacta en la que pintó el Jardín de las delicias, que tampoco se llamaba así, ese nombre vino mucho después.
Rumbo de la obra
La obra fue un encargo de la familia Nassau en 1503 como regalo para el casamiento de su hijo Enrique III, con la intención de ofrecerle una guía didáctica sobre las ventajas y los peligros de la vida (cristiana).
El cuadro estuve tres generaciones con los Nassau y luego Felipe II lo adquiere para El Escorial. Ahí le fueron cambiando el nombre tantas veces hasta ser llamado «La creación del mundo», y cuando lo trasladaron al Museo del Prado en 1939, lo llamaron definitivamente «El Jardín de las delicias».
Misterios de la obra
1. El diseño tríptico
Normalmente se pintaban para las iglesias, pero este no habido sido el caso.
2. Tríptico cerrado
La historia que intenta transmitir comienza con el tríptico cerrado, y que no suele verse cuando está exhibido en el museo. Es la imagen de la Tierra plana en su tercer día de la creación, en la que sólo representó las formas vegetales y minerales, en tonos grises.
Abierto el tríptico… el show.
3. El Paraíso
El Paraíso es el panel de la izquierda. Se los ve a Adán y a Eva desnudos «como Dios los trajo al mundo», pero Dios creador con los rasgos de Jesús, está bien vestidito. En esta escena Dios toma a Eva de la muñeca, que está arrodillada, para entregársela a Adán. Adán la mira con cara de embelesado y de recién levantado de la siesta, y está sentado cómodamente con los pies superpuestos como los de Jesús en la crucifixión.
¿Qué querrá significar? No se me haga el machista Sr. Bosco.
Los detalles de este panel siguen favoreciendo a Adán. Si se divide este panel en dos partes, de su lado y a la derecha de Dios, está el árbol de la vida, los pájaros, el unicornio. En cambio del lado de Eva, a la izquierda de Dios, están los reptiles con tres cabezas, la serpiente en el árbol del conocimiento que es el que incita a Eva a pecar, y animales que están en lucha siendo devorados por otros.
Hay mucho más para interpretar como la presencia de la lechuza que encarna la maldad y el pecado y se repite en los otros paneles, y la roca con ese perfil característico que utilizó posteriormente Dalí en su sobras, son algunos ejemplos.
Este orden aparente del Paraíso se va al pasto en el panel central…
4. El Mundo Terrenal
El Mundo Terrenal es el panel central. El mundo está poblado de decenas de hijos de Adán y Eva, mientras ellos están escondidos en una cueva después de haber pecado. Y Adán señalándola a Eva como diciendo «todo esto… es culpa de ella».
Mires hacia donde mires en el panel, los hombres siguen pecando: dentro de animales huecos, de la cáscara de un huevo, e incluso dentro de la esfera de la fuente central ya resquebrajada, a causa del goce de lo efímero de los placeres terrenales.
Solos, en pareja, en grupo, entre el mismo sexo, comiendo frutas como la cereza que tiene connotaciones de fertilidad, matrimonio, amor y erotismo.
Representa un mundo al revés, un mundo entregado a la lujuria o donde nada es lo que parece. Los peses vuelan, hay animales con el mismo tamaño que los hombres y mujeres, mostrando que están en el mismo nivel jerárquico y en contacto con la población.
La promiscuidad lleva a esta humanidad al infierno…
5. El Infierno musical
El infierno es el panel derecho. Ya todo es color oscuro, puro caos e incertidumbre, y mucha agua también oscura y helada.
La ciudad incendiada en la parte superior son momentos reales para El Bosco. Representa la ciudad en la que vivió hasta los 18 años, y seguramente por causa de este incendio no se sepa mucho de esa parte de su vida.
El «hombre árbol» en el centro de la escena, es hueco y convirtió su interior en una taberna. Allí se dan todos los vicios, confirmados por la bandera con el dibujo de la gaita que era un instrumento prohibido. De esta manera quedan denunciados los prostíbulos, juegos de azar, la música profana, el consumo de alcohol, que llevaban a cometer pecados capitales.
De ahí que las grandes orejas atravesadas por el cuchillo signifiquen el castigo de mutilar la parte del cuerpo que comete el pecado, y en este caso es la música prohibida.
La música prohibida que es capaz de atraer al pecado, como se representa en la cola de ese señor… Por eso los instrumentos de tamaño desproporcionados, la crucifixión en el arpa, el encierro tortuoso en un tambor, y así…
En la escena del «demonio-pájaro» o monstruo azul mitad hombre mitad pájaro, se representan los pecados capitales. La figura principal está sentada en un trono-inodoro, se traga las almas y las expulsa en un pozo sin fondo. A ese mismo pozo van a parar las monedas que defeca otro (avaricia), el vómito (gula), la mujer abrazada por un demonio (lujuria), y el hombre durmiendo (pereza).
¿Por qué visitar el Museo del Prado?
Por su patrimonio histórico, lo que lo convierte en el museo más importante del mundo en pintura europea, aunque sólo decidas admirar las obras maestras.
Por su patrimonio artístico y cultural, que le valió el premio por ser «símbolo de la herencia cultural común», por conservar y exhibir dibujos, armaduras, monedas, fotografías, entre otros objetos decorativos.
Porque es una oportunidad para sensibilizarnos con el arte, la historia que quisieron contar, y el don que tuvieron estos artistas que creo que es imposible volver a encontrarlo entre nosotros.
¿Cómo organizar una visita al museo express?
Una visita express al Museo del Prado puede llevar entre 3 y 4 horas. Esto significa que no vas a recorrer todas las salas ni vas a ver todas las obras. Pero en medio día vas a poder admirar una selección de obras y te a vas a ir súper conforme con este contacto con el arte.
El mismo Museo del Prado ofrece recorridos de 1, 2, y 3 horas y una guía con las 10 obras maestras con las que podés armar tu propio recorrido, agregar otras que quieras visitar, y compartirlo en tus redes sociales. Así de flexible.
Suelen ofrecer una audioguía de costo adicional pero considero que con lo que podés llevar averiguado de antemano y las explicaciones escritas en cada obra, es suficiente.
- Más información: Museo del Prado
Este paseo en Madrid forma parte del itinerario de 30 días de esta primera visita a Europa, que incluye además itinerarios en las ciudades de: Barcelona, París, Londres, York, y Edimburgo.