¿Por qué visitar el Monasterio de las Descalzas Reales? Porque significa tener el privilegio de entrar a un recinto al que durante siglos, muy pocas personas podían ingresar. Porque el Monasterio de las Descalzas Reales es el equivalente femenino al Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Así que a prepararse para caerse de espaldas al traspasar esa fachada austera, característica que engaña del Madrid de los Austrias.
¿Por qué visitar el Monasterio de las Descalzas Reales?
La escalera principal
Está decorada con pinturas murales que nos hacen creer que vemos estructuras arquitectónicas, y relieves que simulan esculturas verdaderas, jardines y hasta gatos corriendo por el monasterio.
El Imperio se gobierna desde las Descalzas Reales
El Monasterio de las Descalzas Reales representa la voluntad de Juana de Austria, de convertir este palacio en el que ella misma nació, en un colegio de niñas huérfanas, un hospital de misericordia, un monasterio para monjas clarisas franciscanas, y una residencia real.
¿Quién era Juana de Austria?
Juana, que se había casado muy joven con el príncipe heredero de Portugal, tuvo que regresar a España, viuda y dejando el cuidado de su hijo a su suegra, y vería crecer a su hijo a través de los retratos que le llegaban de la corte portuguesa. Su padre Carlos V quería abdicar el trono y su hermano Felipe II, el heredero del trono, se había ido a Inglaterra para casarse con María Tudor. Así que Juana asumió como reina regente durante 5 años, dicen que gobernando de manera casi perfecta, y tuvo que dejarlo cuando su hermano regresó.
Las Capillas, del Cristo Yacente
En la planta alta se crearon varias capillas que antiguamente eran salones para ciegos. Cada una de ellas tiene alguna obra de arte fuera de serie como por ejemplo la Capilla del Cristo Yacente que, por un privilegio papal de tiempo inmemorial, es el único en el mundo en el que cada Viernes Santo procesiona vivo y muerto a la vez. Tiene en su costado un sagrario en el que se coloca la ostia consagrada.
El salón de los tapices, y el encargo más importante para Rubens
Si sabés esto primero, es imposible que este arte pase desapercibido cuando lo veas.
La temática de los tapices exhibidos en este salón trata el «Triunfo de la Eucaristía». Rubens, que residía en Bruselas, recibió un encargo para diseñar 20 tapices, hechos en lana para enviar al Monasterio de las Descalzas Reales. El pedido lo había hecho Isabel Clara Eugenia que era la gobernadora de los países bajos españoles (Bélgica), hija de Felipe II y sobrina de Juana de Austria.
La hora de la verdad de este encargo
El proceso de diseño de esta serie de tapices fue muy complejo, porque consistía en 3 grandes momentos, siendo el primero de ellos el de dibujar cada «boceto» para mostrar, en este caso a Isabel Clara Eugenia, cómo quedaría el trabajo final. En el segundo momento el pintor realizaba los «modelos» que eran bocetos más grandes, con mayor detalle, y con la escena invertida porque así era necesario para el proceso del tapiz. El tercer momento era el de la realización de grandes «cartones», ya a tamaño real pintados por los ayudantes del pintor.
Segunda posibilidad: el Museo del Prado
De los 20 tapices que el encargaron a Rubens para el monasterio, 4 se exhiben en el Museo del Prado… otra linda excusa para visitarlo, porque se muestran los tapices junto a los cuadros que hizo Rubens como parte del proceso del diseño de esta serie. Además tuvieron que ser restaurados y este proceso llevó unos 3 años.
La Iglesia y el sepulcro de Juana de Austria
El Monasterio de las Descalzas Reales fue ideado por Juana de Austria como hizo Felipe II con El Escorial. Poco antes de morir, Juana había dejado escrito cómo quería que fuese su sepultura. Cuando falleció se encontraba viviendo en el El Escorial, y en su escrito encomendaba ser trasladada a la Capilla Funeraria que había mandado a construir en las Descalzas Reales, contigua al altar mayor de la Iglesia. No hay acceso al sepulcro durante la visita guiada.
El contraste de la clausura
Entre 15 y 20 monjas de la congregación Clarisa Franciscanas viven en el monasterio, que durante las visitas guiadas permanecen en zonas donde no pueden ser vistas. Fuera de esos horarios, realizan sus tareas de oración y meditación en la iglesia. Por el tipo de construcción, y porque sus habitaciones dan al patio interior, contribuye a un estilo de vida basado en el silencia, y la contemplación.
Ubicado en pleno centro de Madrid porque así lo dispuso la historia, para quienes visitamos el Monasterio de las Descalzas Reales, podemos afirmar que no se escucha nada del bullicio. Es como estar en medio del campo, separados de la vida de la ciudad por el ancho de una pared.
Puerta plateresca del antiguo palacio
Además de la escalera principal, y anfitriona de este paseo, se conserva la puerta de acceso al palacio.
Consejos para visitar el Monasterio de las Descalzas Reales
Teniendo en cuenta que es un lugar de clausura, los cupos diarios para visitar el monasterio son muy pocos, por lo que sugiero comprar las entradas con anticipación.
- Esta visita no está incluida en la tarjeta Madrid Card
Este paseo en Madrid forma parte del itinerario de 30 días de esta primera visita a Europa, que incluye además itinerarios en las ciudades de: Barcelona, París, Londres, York, y Edimburgo.