A 400 metros de la Plaza Mayor, había otro Madrid. En esta parte de la ciudad no se ven ni grandes monumentos ni palacios, sino todo lo contrario. En estas calles se ve la arquitectura plateresca del Madrid de los Austrias, es decir, el núcleo fundacional cuya expansión urbanística austera fue impulsada por esta dinastía real.

En la pared de la izquierda, el estilo plateresco
¿Qué ver de la arquitectura plateresca del Madrid de los Austrias?
Casa de Cisneros
Ubicada frente a la Plaza del Cordón, la fachada en esquina con la Calle del Sacramento es la más destacable de este primitivo edificio construido en 1537 para el sobrino del cardenal Cisneros. Este palacio fue realizado en un estilo plateresco que sólo se da en España. Su nombre viene del oficio del platero porque los elementos labrados se asemejan a los trabajos en plata repujada.
Ejemplos de estas figuras son medallones, escudos, candelabros y cadenas que se observan en relieve sobre las paredes. Otra característica de este estilo es la bicromía, es decir, la existencia de dos colores principales, el rojo del ladrillo y el gris del granito. El ladrillo se utilizó mucho por su bajo costo y el granito porque era abundante en la cercana Sierra de Guadarrama.
Lo que se destaca de este lugar es el portón principal está bajo un arco de sillería y le da al conjunto un aire aún más medieval. En el labrado de la madera se pueden identificar las figuras del Oso y el Madroño como símbolo de la ciudad. Y la curiosidad es que en esa época, la fachada del palacio, que daba a la plaza, era la parte de trasera del edificio.
Casa de Iván de Vargas
En la esquina opuesta de la Plaza del Cordón, cortando con la calle Dr. Letamendi, se encuentra la Casa de Iván de Vargas, una de las familias más prestigiosas de Madrid. En ella trabajó uno de los madrileños más ilustres, Isidro de Melo y Quintana, más conocido como San Isidro Labrador. Tiene una inscripción en la fachada que recuerda que el santo patrón de Madrid sirvió de criado de Iván de Vargas.

Escudos heráldicos sobre la fachada de la casa de Iván de Vargas
Plaza de la Paja
Fue la plaza principal durante la Edad Media y su nombre se debe porque allí se vendía la paja para las mulas madrileñas.
Capilla del Obispo
Hacia el sur de esta plaza se levantó en el siglo XVI la mayor obra del renacimiento madrileño que es la Capilla del Obispo, con el fin de albergar los restos de San Isidro.
¿Quién fue San Isidro?
Nació en Madrid, se supone que el 4 de abril de 1082 y dicen que tenía el don de encontrar agua (manantiales) fácilmente. Se casa con María, y obligados huyen de la ciudad al campo, donde “labraba” la tierra. En 1192 regresa a Madrid para vivir en una casa cercana a la Iglesia de San Andrés y muere a los pocos años. La devoción del Santo fue creciendo tanto, que su cuerpo era sacado en procesión para invocar lluvias. En la actualidad todos los 15 de Mayo se celebra la fiesta de San Isidro Labrador.
Casas de las Malicias
Muy cerca de la Capilla del Obispo, en la calle de la Redondilla y esquina con la calle de los Mancebos se encuentra un ejemplo de estas Casas de la Malicia de fachada color rosa intenso.
A usar la imaginación o a leer la historia de Madrid :). A estas casas, sus dueños les hacían reformas para que dejaran de parecer de dos pisos. Entonces las ventanas de la planta baja eran más grandes de lo normal, y así disimulaban la doble altura de la casa. El motivo era evitar pagar un tributo, no con plata sino cediendo el piso de arriba de sus casas para albergara a los funcionarios que llegaban a Madrid.
Palacio Uceda
Sobre la calle Bailén, se encuentra el Palacio Uceda, llamado así por ser la residencia del Duque de Uceda, uno de los validos del Rey Felipe III. El duque no pudo ver terminado su palacio ya que al poco tiempo de morir Felipe III se embargaron parte de sus bienes y fue desterrado de la corte. Aquí vivió la viuda de Felipe IV, Mariana de Austria, hasta su fallecimiento. También por orden de Felipe V se alojaron los consejos de Castilla, Indias, Órdenes y Hacienda, tribunales, oficinas de contaduría y tesorerías, dada la falta de espacio en el viejo Alcázar. Hoy funciona allí el Consejo de Estado, que es el supremo órgano consultivo del Gobierno.
Este paseo en Madrid forma parte del itinerario de 30 días de esta primera visita a Europa, que incluye además itinerarios en las ciudades de: Barcelona, París, Londres, York, y Edimburgo.