Imponente, la fachada parece anunciar un palacio de propiedad de algún apellido ilustre de la ciudad, de espléndidos salones y arañas, pinturas de artistas famosos y lujosos muebles europeos, pero no… Este despliegue arquitectónico tuvo simplemente el objetivo de esconder una gran estructura de hierro que durante un corto tiempo, supo ser el mayor proveedor de agua potable de la ciudad de Buenos Aires.
- Dirección del Museo: Riobamba 750
- Patrimonio: Monumento Histórico Nacional desde 1987
- Visitas guiadas: Lunes, Miércoles y Viernes 11:00 / Entrada gratuita
Un rompecabezas en tamaño real
Siguiendo el diseño del Ingeniero Civil John Bateman, la fachada se encuentra recubierta con más de 300.000 piezas de cerámica que fueron importadas de Inglaterra y Bélgica que numeradas facilitaron el ensamble.
Además se compone de 130.000 ladrillos esmaltados, la cubierta de los techos se realizó con pizarra verde traída desde Francia y la estructura interna llegó desde Bélgica. En la decoración también se incluyeron los escudos de las distintas provincias y de la ciudad.
Sobre la puerta de acceso se lee el número “1887” que es el año en que se comenzaron las obras del Gran Depósito.
Mientras que las carpinterías de madera se realizaron con cedro del Paraguay, la herrería fue provista por fundiciones inglesas. Hacia 1891, después de inaugurado el edificio, los barcos seguían llegando con molduras de terracota que al estar también numeradas facilitó su colocación a pesar del paso del tiempo.
No hubo ninguna familia adinerada viviendo aquí, ni salones con escaleras de mármoles y arañas de cristal. La realidad era completamente diferente y es a través de la visita guiada del Museo del Agua y de la Historia Sanitaria donde podemos observar esa gran estructura de hierro de 180 columnas y 3 pisos con 12 tanques capaces de proveer 72 millones de litros de agua y que fue tan bien disimulada por la colorida fachada exterior.
¿Cómo es el Palacio de Aguas Corrientes por dentro?
Los tanques del último piso están detrás de la mansarda y los del primer piso fueron desmantelados al crearse el depósito de la localidad de Caballito. Tiene un gran patio central que provee de iluminación y ventilación a todos los niveles y en la parte inferior de este patio las aberturas poseen vitrales ornamentados con el Escudo Nacional y la sigla de la Institución “Obras Sanitarias de la Nación”.
Entre otras cosas que se visitan en el museo se encuentran las colecciones de caños de terracota, medidores de consumo de agua, grifería nacional e importada y una gran cantidad de inodoros que no por ello lo convierte en el Museo del Inodoro! La pregunta es ¿por qué tantos artefactos? Porque para que Obras Sanitarias aprobara la venta de los artefactos, el fabricante debía proveerle a la empresa dos ejemplares de los cuales, uno de ellos era puesto a prueba y el otro lo conservaban como testimonio.
¿Cómo fue el origen de esta planta potabilizadora?
El primer establecimiento estuvo ubicado en Recoleta, donde hoy funciona el Museo Nacional de Bellas Artes. La planta fue inaugurada en 1874 y funcionó hasta 1928. En el año 1870 el Ingeniero irlandés John Coghlan levantó el primer tanque de almacenamiento de agua filtrada en la Plaza de Lorea. El agua llegaba desde el establecimiento de Recoleta y se guardaba en el tanque de Lorea y desde allí era repartida en hospitales, edificios públicos, hoteles, teatros, mercados y plazas; gran parte de la población dependía de los aguateros y aljibes. Su funcionamiento no proveía las condiciones de limpieza necesarias y su capacidad se superaba en las horas pico o la temporada de verano, sumado a la propagación de la fiebre amarilla; las autoridades se vieron en la obligación de encarar un plan sanitario y para ello debían crear un gran depósito distribuidor que acompañara también el crecimiento de la Ciudad de Buenos Aires.
Hacia el año 1873 se comenzó con el proyecto de este Gran Depósito, donde el Gobierno había expresado que al emplazarse este edificio en una zona elegante de la ciudad, el aspecto debía ser más que una construcción utilitaria, un monumento a la higiene pública. Y cumplieron. En 1887 comenzaron la construcción y la finalizaron en 1894, año en que fue inaugurado. En 1920 se instalaron las oficias de Obras Sanitarias de la Nación en planta baja y en 1978 se desafecta del servicio, quedando sus espacios para usos administrativos y culturales. Al momento de su inauguración, el Palacio fue considerado como la máxima creación de la industria de fundición europea fuera de Europa.
Donde se proyectó la ubicación del palacio era, en ese entonces, el punto más alto de la ciudad, ideal para este tipo de sistemas, pero también se encontraría en el barrio más paquete, con lo cual tuvieron que ocultar tras la elegante fachada del palacio, esta mega estructura de hierro que conformaba el gran depósito de agua.
Leyendas urbanas del Palacio de Aguas Corrientes
Es inevitable, o por lo menos para mí, preguntar al final de cualquier recorrido, cuáles son las leyendas urbanas que encierran estas moles y el Palacio de Aguas Corrientes no se encuentra invicto. Entre las más populares se cuenta la leyenda del constructor que descubrió que hubo errores en sus cálculos por lo que en poco tiempo todo explotaría e inundaría la Ciudad y para no ver semejante desastre y ser condenado, decidió quitarse la vida.
Es también conocida la leyenda de Felicitas Alcántara, una niña perteneciente a la clase alta de la Ciudad, que desapareció en vísperas del año nuevo de 1899. Tanto ella como sus hermanas solían bañarse en el Río de la Plata durante el verano y por distracción de las nodrizas que las cuidaban, Felicitas desaparece. Sus padres realizaron la denuncia a la comisaría pero Ramón Falcón, Jefe de policías en ese entonces y quien lleva adelante las investigaciones, desestima la posibilidad de que fuese un crimen pasional. Años más tarde, a raíz de una serie de robos en el Palacio de Aguas, la compañía decide contratar un sereno a quien se le otorga una vivienda dentro del ala sudeste del Palacio. Mientras el sereno realizaba la limpieza de la casa para poder ocuparla, se encuentra con el cadáver de una joven. Inmediatamente llama a la policía y reconocen que el cuerpo era el de Felicitas. Acto seguido, el Presidente de la Nación manda a clausurar el Palacio con la doble intención de poder esconder el cuerpo de Eva Perón, pero un incendio cercano impidió que pudiesen realizar este movimiento y pasara desapercibido el manejo del cadáver.
Además del colorido del Palacio de Aguas Corrientes en contraste con tanto gris alrededor, es interesante detenerse a observar la cantidad de detalles que tiene este edificio centenario y pensar en que hoy en día estas maravillas no se construyen más. Claro que la visita al museo también es destacable ya que se conoce más profundamente la historia del agua potable en la Ciudad, como parte de nuestra historia sanitaria.
2 comentarios
No deberíamos olvidar que en nuestro país muy pocas capitales tienen agua corriente y tratar de hacer esfuerzos para. que en nuestras provinçias pueda haber aguas .corrientes también,no digo construir mas edificios suntuosos,pero si. arbitrar lás formas. para que tengan agua corriente todas las provincias .Estamos en el siglo veintiuno. cuando todo -en teoria- iba a ser mas moderno. y fácil.
Todo el mundo tiene derecho a tener agua corriente.
Cuando yo era chica había una idea de que en el Siglo 21 iban. a ser las cosas muy distintas.,los autos iban .a volar, las planchas tambien. iban a planchar solas y las viviendas iban a estar calefaccionadas. e iluminadas con energia .solar.y sin embargo no es asi lo que si habia eran cocinas. con encendido magiclick. y hornalla electrica, después no se fabricaron mas porqre .era. un sistema. caro. no había pañales descartables,no había. abundancia. de marcas. y algunos preconceptos. con. la forma de. vestir. y no había telefonos .celulares. ;se vivía. mas holgadamente. que ahora. pero no, todo cuesta mucho mas . ahora. Pero. si hubiera. agua corriente. en todo. el pais………………las cosas. mejorarían. mucho.
Hola Alejandra! Gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo con vos. Tengo la imagen de cuando se pensaba que el siglo XXI sería un mundo futurista y sin embargo hoy, mucha gente en nuestro país y en el mundo no tiene agua corriente. Abrazo!