¿Tomamos un cafecito? es la invitación a un encuentro, y es también un hábito porteño. Y mejor aún, si ese hábito porteño de tomar café lo llevamos a un bar notable como el Café Tortoni.
¿Por qué el Café Tortoni es tan famoso?
El Café Tortoni ya existía cuando a fines del siglo XIX es comprado por el francés Don Celestino Curutchet. Era frecuentado por un grupo de pintores, escritores, periodistas, y músicos que formaban la Agrupación de Gente de Artes y Letras, liderada por Benito Quinquela Martín, quien adquirió esta idea de juntarse en un café durante un viaje por Francia, porque sus amigos y colegas no tenían un espacio donde reunirse. Fue entonces cuando le solicitan a Don Celestino Curutchet que les dejara usar la bodega del subsuelo, quien acepta encantado, porque según sus palabras:
Los artistas gastan poco, pero le dan lustre y fama al café.
La agrupación conformada por Alfonsina Storni, Leopoldo Lugones, Fernando Fader, Jorge Luis Borges, José Ortega y Gasset, eran habitués del Café Tortoni. Pero las mesas fueron también ocupadas por Marcelo Torcuato de Alvear, Evita y Perón, y algunos como Carlos Gardel, tenían su propia mesa alejada de las miradas de los fanáticos.
El Café Tortoni es además el más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires, y fue un gran acontecimiento cuando su fachada se levantó sobre la recién inaugurada Avenida de Mayo. En el año 1984 el Museo de la Ciudad le otorgó al Café Tortoni un diploma, reconociéndolo como «Testimonio vivo de la memoria de la Ciudad», y posteriormente fue declarado «bar notable».
Entre los espacios del Café Tortoni se encuentran el «Salón Alfonsina Storni», donde diferentes artistas presentan sus shows de Tango siguiendo una cartelera que cubre todos los días de la semana, y el «Salón Peluquería» que recrea ese oficio que funcionó allí alguna vez, aunque hoy exhibe infinidad de artículos, libros y objetos históricos del lugar.
El café con churros relleno de dulce de leche es un clásico del Café Tortoni, y un extra de dulce de leche también 😀
Salón Peluquería