El Cabildo de Buenos Aires es una de las pocas construcciones del siglo XVIII que quedan en pie, aunque poco queda del edificio que vivió los sucesos del 25 de Mayo de 1810. ¿Qué pasó?
Metamorfosis del Cabildo de Buenos Aires
El Cabildo de Buenos Aires se comienza a construir en Junio de 1608. Con el tiempo se lo fue ampliando, hicieron la torre más alta, después más baja, le pusieron un reloj, y después se lo sacaron. Como si se hubiesen ensañado con el pobre Cabildo, lo dejaron descuidado, lo reestructuraron para taparle su estilo colonial, y así y todo quedó en pie.
Lo peor estaba por venir cuando mutilaron primero su lado izquierdo para abrir la Avenida de Mayo en 1889. Quedó destrozado, asimétrico, sin las tejas originales, sin torre, ni reloj. Se abrió un debate entre los que querían conservarlo porque representaba una reliquia histórica, y los que querían demolerlo porque había quedado viejo. Aguantó unos años más y en 1931 la urbanización de la ciudad le devuelve la simetría cortándole su lado derecho para abrir la Avenida Julio A. Roca. Sólo podía salvarlo un decreto que lo declarara Monumento Histórico Nacional, y así ocurrió en 1933 para ser luego reconstruido en 1940 tal como lo conocemos hoy.
¿Qué se visita dentro del Cabildo de Buenos Aires?
El Cabildo exhibe en uno de sus salones cuadros con imágenes antiguas que nos dejan entender cómo fue cambiando la Plaza de Mayo desde la fundación de Buenos Aires hasta ahora, así como también visualizar cómo los cambios que sufrió el Cabildo de Buenos Aires tuvieron que acompañar el crecimiento de la ciudad.
Desde su fundación el Cabildo de Buenos Aires llevaba a cabo funciones administrativas, legislativas, judiciales y de policía, y jugó un papel trascendental en los sucesos del 25 de mayo de 1810 que culminaron con la formación del Primer Gobierno Patrio. A través de exhibiciones didácticas, reliquias, muebles, y óleos, la visita guiada organizada por el Museo Histórico Nacional del Cabildo de Buenos Aires, propone un recorrido por el período colonial y el proceso revolucionario que le puso fin. El paseo finaliza en la Sala Capitular, lugar donde se creó la Junta, y es además lo que queda original de aquellos años.
Es imperdible el óleo denominado “La Reconquista de Buenos Aires”, que representa los valores nacionales a través de la imagen de la rendición de William Carr Beresford ante Santiago de Liniers en la Primera Invasión Inglesa, y si observamos bien, Beresford ofrece su espada al victorioso Comandante General Liniers quien gentilmente la desestima. Esta obra fue representada en cerámicas dentro de la Estación Congreso de Tucumán del Subte D.
Otra obra monumental es «El Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810» en el que el artista intenta recrear la atmósfera de aquella reunión, donde Juan José Paso tiene la palabra sobresaliendo de la multitud de la izquierda, y a la derecha se lo ve a Mariano Moreno con un gesto grave y preocupado.

Obra «El Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810»
En un texto de Daniel Balmaceda leí que la frase que se repetía era «¡el pueblo quiere saber lo que se trata!», referida a la preocupación del pueblo por saber qué motivo los tenía reunidos, y tardaban tanto tiempo en comunicarlo. La frase de «el pueblo quiere saber de qué se trata», no existió aunque así figura en un cartel en el mismo Cabildo. Lo cierto es que la Semana de Mayo logró la destitución del Virrey Cisneros, formó la Primera Junta, y se comenzaba a gestar la independencia de España.